lunes, 29 de septiembre de 2008

"el silencio"

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He recibido este afiche que generó en mi varias secuencias cognitivas, comenzando por la idea de que el mismo era algo así como una propaganda política antigubernamental que estaba denunciando cierta situación social, ya que en un principio no creí que existiera un barrio "del Silencio" como anuncia aquí, y mucho menos una escuela privada llamada "Nuestra Señora del Silencio Nº 32". (no había escuchado esta advocación, perdón por la ignorancia)
De tal manera que comencé a navegar en la web y con lo primero que me encuentro es con una página que habla del citado barrio en la localidad entrerriana de Concordia www.entrerios.gov.ar/msas/index.php?option=com_content&task=view&id=1962&Itemid=2 Además, la Escuela, para mi sorpresa también existe.
Tengo entonces que concluir que este afiche es un pedido de alguien, a los vecinos de la ciudad de Concordia para que ordenen sus residuos de tal manera que favorezcan la recolección y proceso de la basura por este grupo de personas.
Me parece sumamente progresista el que grupos de trabajadores procesen la basura de las ciudades. Sin embargo, surgen diversos cuestionamientos a esta labor, que bien podría considerarse un SERVICIO PÚBLICO.
¿Cuál es la actividad de estas personas en realidad?
¿Son productores porcinos?
¿Es su actividad la del reciclado de basura?
¿Ambas cosas?
¿Cuáles son las condiciones en las que realizan esta actividad?
¿Son considerados por nosotros como trabajadores o son cirujas, como solemos decir, señalando a quien no está precisamente trabajando, sino juntando porquerías para lo que sea que fuere?
¿Qué actividad desarrollan los niños que aparecen en las fotos?
Estas y muchas otras preguntas me hago, ya que siguen sonando cuestiones en mi mente.
En uno de los seminarios dictados durante el 2006 en la UADER, la sociológa Elcira Argumedo hacía mención acerca de grupos que habían encontrado en el proceso de la basura de las ciudades, una fuente de trabajo digna, además de un aporte social importante, al mismo tiempo contribuyendo a la mejora del medio ambiente, que se pregona muchas veces hoy en día, ya que en las ciudades aparece cada vez más como imprescindible, el tratamiento de los residuos. Pero esto necesariamente, esta actividad, tiene que tener como contrapartida, que las personas que desarrollan la misma, pasen de ser “cirujas” a “trabajadores” y como tales, con todos los derechos de un trabajador. Esto quiere decir que no pueden naturalizarse las imágenes de estas fotografías como si estuviera todo perfecto.
Estaría todo perfecto si los niños, todos de guardapolvo, saludaran a sus padres que trabajan, desde un colectivo que los está llevando a su escuela …
Estaría todo perfecto si hubiéramos observado un buen galpón, con extractores de aire, con personas de impecable uniforme y buenos guantes, cintas transportadoras trasladando los residuos, o diversos sistemas tecnológicos que permitieran un trabajo veloz y seguro, etc.
Si consideramos que esta actividad vale la pena, démosle otro valor y no naturalicemos la miseria (y no confundamos miseria material con infelicidad, ya que muchos vivimos en la abundancia y no tenemos la sonrisa de los gurisitos que posan para la foto)